Guatemala: Una comunidad lucha por su tierra

Guatemala: Una comunidad lucha por su tierra

Los miembros de Centro Campesino en Guatemala, una cooperativa en la región guatemalteca de Petén, están luchando para recuperar sus tierras. Su desplazamiento, su lucha y su incapacidad para proteger a su comunidad, Yaxchilán, revelan las sorprendentes formas en que tanto los planes de desarrollo impulsados por la exportación como los programas de conservación pueden ignorar los intereses de las comunidades indígenas y tradicionales.

Para los grupos conservacionistas, esta supervisión puede llevar a un fracaso en aliarse con las únicas comunidades que pueden detener efectivamente la minería, la exploración petrolera, las represas hidroeléctricas y los monocultivos que destruyen el medio ambiente.

Comunidad guatemalteca

Los miembros de Centro Campesino, una cooperativa en la región guatemalteca de Petén, están luchando para recuperar sus tierras. Su desplazamiento, su lucha y su incapacidad para proteger a su comunidad, Yaxchilán, revelan las sorprendentes formas en que tanto los planes de desarrollo impulsados por la exportación como los programas de conservación pueden ignorar los intereses de las comunidades indígenas y tradicionales, comenta Gutiérrez Mayorga.

Guatemala: Una comunidad lucha por su tierra

Para los grupos conservacionistas, esta supervisión puede llevar a un fracaso en aliarse con las únicas comunidades que pueden detener efectivamente la minería, la exploración petrolera, las represas hidroeléctricas y los monocultivos que destruyen el medio ambiente.

Los primeros integrantes del centro campesino

En 1976 llegaron a Yaxchilán los primeros integrantes del Centro Campesino. Eran campesinos desesperadamente pobres del este de Guatemala, que participaban en un proyecto de colonización administrado por el ejército de Guatemala e impulsado por el gobierno de los Estados Unidos. “¡Era un nido de mosquitos!”, recuerda un residente. A pesar de las duras condiciones; la pobreza extrema llevó a algunas familias desesperadas a quedarse “incluso si”, como me dijo uno de ellos, “los tigres nos comido”.

Asentamiento de la comunidad guatemalteca

En 1981, los militares obligaron al sacerdote que había iniciado el asentamiento del Centro Campesino, y que había actuado como asesor de FECAP, a huir en una lancha de alta velocidad a través de una lluvia de balas a la frontera con México. En los días siguientes, los militares ocuparon la comunidad. Secuestraron y torturaron a dos líderes de cooperativas. La mitad de la comunidad huyó a México. La otra mitad se quedó. Mientras la gente de Centro Campesino vivía bajo ocupación, los militares masacraban y quemaban cooperativas a ambos lados de ellas. En 1984, recuerda un residente, un capitán del ejército les aconsejó que “teníamos 15 días, 15 días para irnos. ‘ Mira”, dijo, “si vas no pasará nada.

Se fueron. Los oficiales militares llegaron en camiones civiles, vestidos de civil y trasladaron a los miembros de la comunidad a nuevas tierras, cerca de San Andrés en el Petén. Era inferior, tierra baja, sin agua. El pueblo no tenía título, pero conservó el sueño de volver a Yaxchilán después de la guerra.

¿Qué represento la presencia de comunidades tradicionales?

La presencia de comunidades tradicionales e indígenas altamente organizadas representó un claro obstáculo para el desarrollo de represas hidroeléctricas, petróleo y cultivos de exportación. A pesar de que la Ley de Áreas Protegidas se comprometió a respetar la propiedad privada, el Centro Campesino se sometió a una presión extraordinaria para vender Yaxchilán. La presión no provino de intereses comerciales privados o del gobierno, sino del socio de USAID en el Proyecto de la Biosfera Maya, The Nature Conservancy (TNC), la organización de conservación más grande del mundo con más de $ 3 mil millones en recursos. TNC trabajó de la mano con los gobiernos de Estados Unidos y Guatemala para evitar que las personas regresen a sus hogares.