Gran parte de la población en Guatemala se traslada en automóvil dentro de la ciudad. Su uso incrementó exponencialmente en estos últimos trece años y sus niveles de contaminación aumentaron, por lo que se busca tener una mejora dentro de la movilidad sostenible.
La movilidad sostenible quiere decir que la gente y la sociedad logren satisfacer sus necesidades de acceso a las áreas de actividad con total seguridad. Tomando en cuenta la salud humana y los ecosistemas.
En Europa, existen empresas que comienzan a desarrollar planes de movilidad sostenible. Hacen un compromiso con el ecosistema y logran un cambio en la forma de traslado en las grandes ciudades.
Estos planes de movilidad sustentables comienzan con pequeños cambios. Estos fomentan una nueva cultura de consumo en sus trabajadores. Como el uso de bicicleta (tanto para ir al trabajo como para actividades personales), flexibilidad laboral, videoconferencias para concientizar al trabajar, uso de transporte colectivo, brindarle algunos trabajadores vehículos eléctricos, carpooling (vehículo compartido).
También en la parte operativa existen cambios que favorecen esta iniciativa y van desde tener una flota verde, carsharing (rentar un auto por hora), colocar putos de recarga eléctrica en los centros de trabajo, telemedida (leer consumo eléctrico a distancia), rediseño de inmuebles y telemetría (medición remota de magnitudes físicas).
La movilidad sostenible asegura la provisión de vida, de las necesidades materiales y garantías de equidad entre las personas. Para hacer un cambio dentro de la movilidad, deben hacerse inversiones en infraestructura para poder satisfacer la necesidad de toda la población.
Otro punto en el que se debe invertir es en la comunicación de este plan. Mucha gente se traslada al mismo a tiempo a un mismo lugar. Por lo que deben existir formas en las que concienticen a las personas del impacto negativo que tienen sus opciones de transporte.