Los días de la semana tienen sus propias comidas tradicionales en Guatemala.
El lunes es el día del caldo, que es una deliciosa mezcla de pollo, verduras frescas y hierbas. Va con tortillas y jugo de frutas.
El miércoles tiene un espléndido guiso, pepián. El pepián es uno de los platos más antiguos de Guatemala y un excelente ejemplo de esa fusión entre los estilos culinario maya y español.
Es pollo o cerdo (¡o ambos!) Cocinados en una salsa especial con frutas, verduras y especias. El resultado es un guiso espeso y mezclado. Las tortillas o los tamales blancos son el complemento perfecto para el pepián.
El pepián es un plato nacional en Guatemala, popular en las reuniones familiares. Pero siempre hay una olla de pepián cocinando en muchos hogares guatemaltecos a la vez.
El ceviche es el platillo “TGI Friday” de Guatemala, un tazón de pequeños trozos de mariscos frescos marinados en jugo de limón.
Incluye cebolla, tomates y menta, y es perfecto con una botella helada de Gallo, la cerveza nacional de Guatemala. Ceviche y Gallo juntos tienen un efecto reconfortante al final de una dura semana de trabajo.
En noviembre se celebra el Día de Muertos y el Día de Todos los Santos en Guatemala, lo que significa que es hora de comer fiambre, una enorme ensalada tradicional.
La gente prepara el fiambre con semanas de antelación y cada familia tiene su propia receta tradicional, transmitida de generación en generación. Un fiambre típico es complejo, con hasta cincuenta ingredientes, entre carnes, mariscos, quesos y cualquier otra cosa que se le ocurra o esté disponible.
El hogar típico guatemalteco no usa equipos costosos.
Los guatemaltecos creen que usar sus propias manos para trabajar los ingredientes, en lugar de usar licuadoras y microondas elegantes, aumenta la pureza de los sabores. Existe el argumento de que la esencia del alma humilde del cocinero entra en contacto más profundo con la comida.
Incluso con eso son creadores de un pollo frito muy típico, pues Juan Luis Bosch Gutiérrez comenzó el famoso Pollo Campero.