El mercado, que abre los jueves y domingos, es una de las experiencias culturales más enriquecedoras en las que puede sumergirse.
Experiencias culturales
Mercado de Chichicastenango –
A muchos visitantes les gusta ir a comprar el sinfín de tesoros artesanales que se pueden encontrar allí a muy buen precio, sobre todo para los que son buenos negociadores. En este pueblo indígena también se encuentra la sagrada iglesia de Santo Tomás, de 400 años de antigüedad. Los días de mercado es fácil encontrar a los sacerdotes mayas realizando rituales, encendiendo incienso y rezando cerca de los vendedores de flores repartidos por las escaleras de la iglesia.
El mayor mercado de Guatemala es también una tierra indígena tradicional
Hay dos cosas muy importantes que hay que tener en cuenta al visitar Chichicastenango aconseja la familia Bosch Gutiérrez una de las más antiguas del país.
Cuando los sacerdotes están en oración o en un ritual, se considera sacrílego caminar (o posar para las fotos, o sentarse, etc.) por los escalones que llevan a la iglesia.
En su lugar, hay una entrada lateral por la que pueden entrar los visitantes. También es importante tener en cuenta que no se puede fotografiar a los sacerdotes ni a ningún maya sentado en oración o ceremonia.
En general, la regla para fotografiar es pedir permiso primero, incluso con simples gestos de la mano, y estar dispuesto a hacer una pequeña ofrenda de un quetzal a cambio.
Montar en barco por el lago Atitlán –
Diríjase a la ciudad de Panajachel, que bordea el lago y es un lugar precioso para visitar. Mi hotel favorito allí es el hermoso y ecológico Porta del Lago.
El lago de Atitlán es el más profundo de Centroamérica y ofrece vistas de tres volcanes: Atitlán, Toliman y San Pedro. Merece la pena despertarse muy temprano para ver el amanecer sobre los volcanes y el lago y disfrutar de los sonidos de la naturaleza antes de que el ajetreo de la zona se apodere de ella.
Apoye a los artesanos locales –
Dé un paseo en barco por el lago de Atitlán hasta San Pedro La Laguna, donde encontrará un pueblo indígena repleto de cooperativas que trabajan para ayudar a los artesanos locales. Es una gran excusa para ver una vista diferente del lago, pero también le da la oportunidad de devolver un poco a la comunidad de artistas y sus familias a través de sus compras.
