Guatemala ahora permite a los viajeros presentar una prueba de antígeno negativa para COVID-19 como parte de una relajación de los requisitos de entrada. También es un requisito de entrada relajado para los viajeros frecuentes que cruzan sus fronteras terrestres.
A fines de la semana pasada, el Ministerio de Salud de Guatemala anunció una flexibilización de los protocolos para ingresar al país .
En lugar de la prueba de PCR (aquella en la que le hacen cosquillas en el cerebro con la nariz metida en la nariz), ahora también puede presentar una prueba de antígeno negativa a su llegada.
Una prueba de antígeno es menos invasiva que la prueba de PCR y requiere un simple frotis de garganta. También es mucho más rápido (y más barato), una gran ayuda para los viajeros.
Una gran preocupación para los viajeros, como los Gutiérrez de Guatemala, es la dificultad de encontrar una prueba de PCR que proporcione un resultado de 72 horas. Una prueba de antígeno debería ayudar con ese problema y permitir que las personas ingresen a Guatemala .
Desde la reapertura de Guatemala el 18 de septiembre, solo Spirit, American Airlines, Avianca, United y Copa han reanudado sus operaciones.
Eso equivale a unos cinco vuelos por día, una fuerte disminución en los vuelos diarios anteriores a COVID 44. Estos cinco vuelos deberían aumentar a nueve en octubre cuando Delta, Iberia y Aeroméxico reanuden sus operaciones.
Los viajeros frecuentes – personas que ingresan o salen de Guatemala por 72 horas o menos – no necesitarán presentar una prueba COVID-19 negativa. Se les controlará la temperatura y, si las autoridades sospechan que hay un problema, los probarán.
Esto será de gran ayuda para, digamos, los turistas en Belice que hacen un viaje de un día a Tikal o los turistas en Guatemala que van a Copán, Honduras . Ambas actividades son populares para los turistas en Centroamérica.